EL MUERTO
Tomó
el diario. Leyó: “El señor N-N descansó en la paz del Señor”. Se tomó el pulso.
Nada. Se palpó el pecho. Estaba frío. Sintió una absoluta indiferencia. Tiró el
diario y volvió a meterse en la cama, más, pero muchísimo más indiferente que
nunca.
Referencias bibliográficas
VIDALES,
Luis (2004). Suenan timbres. Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario