febrero 17, 2014

¿Tiene usted un minicuento?

Dos condiciones indispensables para un minicuento, o microcuento, son que sea muy breve -quinientas palabras ya son demasiadas y que turbe al lector. Escribirlo constituye un reto y es modo de ponernos a prueba.

Algunos ejemplos son:

-Fantasma
La mujer que amé se convirtió en fantasma. Yo soy el lugar de sus apariciones.
Juan José Arreola

-Tranvía:
Por fin. La desconocida subía siempre en aquella parada. "Amplia sonrisa, caderas anchas... una madre excelente para mis hijos", pensó. La saludó y ella respondió y retomo su lectura: culta, moderna.
Él se puso de mal humor, era muy conservador ¿Por qué respondía a su saludo? Nisiquiera lo conocía.
Dudó. Ella bajó.
Se sentía divorciado: ¿Y los niños, con quién van a quedarse?

-"Un libro puede reducirse a la mano de una hormiga porque puede amplificarlo la idea de hacerlo el universo". Juan Ramón Jiménez

- "Una mujer esta sentada sola en una casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo, todos los otros seres han muerto. Golpean la puerta" Thomas Bailey Aldrich


Entonces, ¿Tiene usted un minicuento?